A pesar de que conviven entre nosotros un buen numero de argentinos, es manifiestamente evidente de que conocemos poco de los avatares de aquel gran País y de su historia política.A lo máximo que se alcanza es a referir a la pareja formada por el General Juan Domingo Perón y la memorable Eva María Ibarguren, si, porque Evita, María Eva Duarte de Perón se llamaba Eva María Ibarguren, llevaba el apellido de su madre, Juana Ibarguren quien tuvo cuatro hijos con Juan Duarte, un hombre casado con cierta fortuna, que no les pudo transmitir legalmente el apellido. Curiosamente, no muchos argentinos jóvenes conocen estos datos, ni saben que ella, cuando se instaló en Buenos Aires e inició su carrera de actriz, adopto como nombre artístico Eva Duarte. La realidad es quese produjo la falsificación su certificado de nacimiento ytanto ella como sus hermanos aparecían inscritos en el Registro de Junín, y su madre y su padre también estaban registrados como casados. La realidad es que a Eva María Ibarguren al ir a casarse con Juan Domingo Perón, recién liberado de su confinamiento en la Isla Martín García la convirtieron en María Eva Duarte, y de paso le quitaron tres años de edad…

Pero no es del célebre tándem Peón – Evitade quien me voy a ocupar sino de un personaje tan singular como excepcional del que casi nada se recuerda en España: El Presidente Hipólito Yrigoyen.

Fue Yrigoyen, sobrino y discípulo del Dr. Leandro Alem, germende la Unión Cívica Radical Argentina, Partido que trató de encauzar el regeneracionismo en una Argentina convulsa, y que hoy parece languidecido. Seguiría los pasos de su tío hasta que la intransigencia de Don Leandroy sus propuestas de métodos revolucionarios que, junto a su entorno, pretendíaimponer para provocar el cambio socio político en el país, le obligaron a apartarse de su tío.

Hipólito Yrigoyen, entre 1880 y 1890 tomo un paréntesis de reflexión y en este período de alejamiento de la actividad política se produjo su encuentro con el krausismo, que había llegado a Argentina a través de las publicaciones españolas. Las ideas de Krause fueron especialmente bien acogidas entre la intelectualidad argentina de la época, desarrollando una corriente propia que mantendríadiferencias notables con respecto al que se puede definir como krausismo español.

En efecto, en Argentina se va a reprochara los krausistas españoles el centrarsecasi exclusivamenteen el plano espiritual y en la educación, manteniendo que los seguidores de Julián Sanz del Río no aceptaron nunca la obra de Krause como una corriente filosófica pura. Los krausistas argentinos si consideraban aquellas ideas como un sistema filosófico que había que llevar a la práctica ya la vida cotidiana en todos los órdenes y entre ellos, Yrigoyen, que hará muestra de esa praxiskrausistaen todos los aspectos de su vida, desde su austeridad en la vida privada, que se reflejaba en la modestia de su casa, hasta la organización de sus negocios rurales, o al ejercicio de la docencia en su Cátedra.

Ese decenio de alejamiento fue fundamental para forjar un sólido ideal en Yrigoyen, quienvolverá a la política de nuevo, tras esos diez años de ausencia, llevando una carrera que loalzará a la Presidencia de la República. Entre 1916 y 1922 sería su primer mandato, aunque volvería a ser elegido en 1928.Ese segundo mandato no pudo finalizarlo puessería derrocado en 1.930 por un golpe militar que protagonizaría el General José Félix Uriburu y en el que participaría un joven y ambicioso militar, el entonces capitánJuan Domingo Perón. Aquel Golpe de Estadofue el primero de la etapa constitucionalista en Argentina, el primero de losque marcaron la vida política argentina todo el resto del siglo pasado.

La acción regeneracionista de Yrigoyen llegó a desarrollar todo un esquema de relaciones sociales tendente a que el equilibrio no se rompiese. Luchar contra las tradicionales oligarquías argentinas, equilibrar la influencia de los países extranjeros con intereses en Argentina, fomentar la cultura y la educación del pueblo, fomentar el sufragio universal y velarpor una sociedad más justa fue, en su conjunto, la tarea que se marcó aquel hombre a quien llegarían a admirar y a elogiar hasta sus detractores.El Presidente Yrigoyen fueconfinado lejos de Buenos Aires durante dos años,y el gobierno militar hizo todo lo posible por borrar su recuerdo, y paravalorar si ese empeño en desprestigiar al anciano político había sido eficaz realizó un sondeo entre la población, y tuvo que aceptar una incuestionable realidad: el viejo krausista era el personaje más popular de la República. Inmediatamente le hicieron volver a la capital, aunque sería deportado nuevamente, y,nuevamente, el gobierno militartuvo que retractarse…

El 3 de julio de 1933, el octogenario masón y krausista moría en su austera casa de la calle Brasil, en Buenos Aires.De él diría uno de sus opositores, Manuel Gálvez, en 1936: (de no haber él existido, la Argentina habría sufrido, tarde o temprano, una tragedia social como la de España).

Y aquel joven capitán Juan Domingo Perón, quien tan activamente participó en el golpe que le derrocó manifestaría muchosaños después: (Yo recuerdo que el presidente Yrigoyen fue el primer presidente argentino que defendió al pueblo, el primero que enfrento a las fuerzas extranjeras y nacionales de la oligarquía para defender a su pueblo. Yo lo he visto caer ignominiosamente por la calumnia y los rumores. Yo, en esa época era un joven y estaba contra Yrigoyen porque hasta mi habían llegado los rumores, porque no había nadie que los desmintiera y dijera la verdad).

Este singular argentino quiso inculcar a su gente, a sus conciudadanos la idea de que su país, dentro de América, dentro del mundo y en conjunción con toda la humanidad alcanzaría un orden más justo desarrollando los valores de la Libertad, de la Fraternidad, de la Justicia, y para ello era básico rescatar al propio hombre para si mismo, para hacerle crecer en plenitud, para asumir esos valores y poderlosreflejar y transmitir al colectivo social.En España a Yrigoyen no se le recuerda, pero en determinados colectivos sociales y políticos argentinossigue siendo un referente, se sigue hablando de él y de su integridad, de los valores que trató de impulsar,se le evoca como referente, esun baluarte para quienes consideran llegada la hora de revitalizar y regenerarla vida social y política de la República Argentina. La deriva dela República Argentinapor otros caminos, y los sucesivos movimientos golpistas o populistas dejaron el proyecto de Hipólito Yrigoyen sin culminar, un ideal que quedó pendiente de alcanzarse, aunque cualquier día esa maravillosa Nación recuperará la senda de la regeneración que marcó aquelhombre al que se llego a considerar como un(Templario de la Libertad).

Félix Luna, autor de una apasionada biografía de Yrigoyen, proclama que el objetivo que éste se marco alcanzardesde el poder no era sino (un supremo esfuerzo por liberar al hombre argentino de las trabas de tipo político, social, económico y cultural que impedían su cabal realización como individuo y como colectividad creando así las posibilidades objetivas de un destino argentino en América y en el mundo) ((Yrigoyen)Ed. Sudamericana, Buenos Aires 1988).